Manteles para el restaurante de mi hospedaje

Manteles para el restaurante de mi hospedaje

La mantelería es un símbolo de lujo, distinción, limpieza y buen gusto, desde el restaurante fastuoso hasta la residencia modesta adaptada para el alojamiento de turistas.

Además de buena imagen, debido a su función como elemento de decoración, la mantelería es un recurso que resalta la vajilla, facilita la limpieza y protege los muebles de eventuales manchas, humedades y rayones.

La mantelería, en el área del restaurante, es tan importante como la ropa de cama, en la habitación.

Estas son algunas razones por las que el administrador del restaurante del hospedaje debe ser cuidadoso en la elección de una textura, unos colores y un tamaño de los manteles que, como complemento, hagan juego con la decoración del local.

La experiencia hotelera nos ha facilitado la selección de los manteles adecuados para cada ocasión, mediante lineamientos básicos que distinguen dos categorías principales que conviven, de acuerdo con cada ocasión: los manteles grandes y los individuales.

Los manteles grandes

Los grandes manteles clásicos proporcionan un estilo formal, propio de reuniones familiares o grupales, celebraciones de matrimonios, cumpleaños o Navidad y encuentros de ejecutivos o celebraciones de grupos de trabajadores.

Una mesa vestida con un mantel o un conjunto de manteles superpuestos aporta sobriedad y elegancia y contribuye a crear un ambiente adecuado.

Tienen el inconveniente, eso sí, de que requieren más cuidados para su mantenimiento y limpieza que los manteles individuales.

Los individuales

Son menos protagonistas que los manteles grandes, pero se caracterizan por toda una serie de ventajas, como su facilidad para recoger y limpiar, son más fáciles de lavar y planchar y se adaptan a todas las mesas y a la cantidad de huéspedes que estén presentes.

Por razones prácticas, los manteles individuales están sustituyendo a los manteles grandes, en los desayunos, almuerzos, cenas y cafés cotidianos.

Cuadrados o redondos

Por su forma, también debemos distinguir entre manteles cuadrados (o rectangulares) y redondos. La ventaja, en esta categorización, es que el mantel cuadrado puede colocarse sin inconvenientes en mesas redondas caso contrario de un mantel redondo es mucho más difícil de adaptar a una mesa cuadrada.

Lo que sí es importante es que las medidas del mantel sean aproximadas al ideal, para cada tipo de mesa.  En la mesa redonda, se deben añadir al menos al mantel 30 cm de cada lado y en la mesa cuadrada (o rectangular), se deben añadir mínimo 60 cm de cada lado.

Las servilletas

Son otro componente imprescindible en la mesa de un restaurante, para que el huésped limpie sus manos y sus labios mientras come y como elemento de etiqueta y educación, durante un acto tan especial como el de la alimentación.

Han de ser cuadradas, preferiblemente de tela, y seguir ciertas medidas estándares, para ocasiones específicas, como la servilleta de mesa (50 x 50 centímetros), la de merienda o desayuno (30 x 30 centímetros) o la de cóctel (25 x 25 centímetros). Se aconseja que su composición sea de un % de polyester para facilidad los procesos de desmanche y tenga menos probabilidad de arrugue.

Pero en términos de mantelería, no todo ha de ser riguroso, como si el anfitrión estuviese sometido a un estatuto. La etiqueta admite la personificación de la mantelería, y nosotros, en HR Suplidora, le asesoramos y fabricamos los manteles y las servilletas de acuerdo con sus gustos, preferencias y posibilidades.

Gracias a nuestro taller de corte y confección, podemos ajustar cualquier textil para el hospedaje, a requerimiento. Somos sus proveedores de textiles para restaurantes, fiestas, eventos y catering service, en Costa Rica.