Con la flexibilización de las medidas anticontagio debido a la disminución de casos de COVID-19, se retoman los eventos presenciales, que además son un placer en verano pues permiten reencuentros con personas queridas y saborear comidas deliciosas.
La mantelería es un símbolo de lujo, distinción, limpieza y buen gusto, desde el restaurante fastuoso hasta la residencia modesta adaptada para el alojamiento de turistas.